martes, 23 de junio de 2009

LA PANDILLA ESTUVO EN EL ROMULO GALLEGOS

Lamentablemente no llegó a finales. Según me han informado, era candidata firme a ganar, pero los jurados la consideraron una novela demasiado breve. Cosas que pasan. Como si a Gabo le fueran a decir que Memorias de mis putas tristes es un cuento largo. Ja.

NOTA PUBLICADA EN GENTE ONLINE

Cuando era chico no tenía miedo. Salía a la calle, jugaba con mis amigos, hacía las compras para mi casa. A los ocho años caminaba solo las seis cuadras que separaban mi casa del colegio. Vivíamos en otro país, en otra ciudad. Hoy tengo miedo. A mi hija no la dejo ir sola ni al quiosco de la esquina. En algún lado perdimos muchas cosas buenas que teníamos. Cambiamos casas por fortalezas, barrios por countries, cambiamos la calle por el encierro”. Esta es la manera –cruda, sentida- en que el autor decidió presentar La pandilla de la calle perdida, su primera novela, desde la solapa de la edición impresa. En esta publicación, Juan Brian Doyle introduce al lector en un mundo de fantasías que tienen mucho de realidad, pleno de imágenes cotidianas y familiares.
Con cierta nostalgia por los años y las costumbres perdidas, pero con una agudeza admirable para observar pequeñezas del mundo próximo que rodea a los niños de esta y otras épocas, Doyle recrea su infancia, envuelta en historias cargadas de vértigo, que cualquier chico de cualquier contexto puede experimentar.
Las reflexiones personales están siempre presentes, y son apuntadas por referencias históricas que hacen ineludible pensar que la novela, también, puede ser entendida como un diario de recuerdos de un adulto que alguna vez fue un niño allá por los tempranos ’70.
“Antes de comenzar a escribir la historia de la pandilla pensaba en todas estas cosas. Pensaba en los años que me la pasé arriba de la bicicleta sin pensar siquiera que alguien podía querer robarla –reflexiona el escritor- . Hoy las bicicletas de mis hijas se oxidan en un balcón porque no me animo a dejarlas salir. Y la verdad es que quiero que ellas tengan algo de lo que yo tuve. La Pandilla es tanto un anhelo como un ejercicio de memoria, al menos para algunos”.
Sobre el autor. Juan Brian Doyle nació en Buenos Aires y creció entre la ciudad y el barrio El Trébol. Su infancia estuvo dividida entre los juegos y los libros, y comenzó a soñar con ser escritor. Estudió derecho, y dejó de lado las letras por un tiempo, hasta que una convocatoria a un concurso lo hizo volver a intentarlo. Editó Rubber Soul (2005), una selección de cuentos en homenaje al disco de Los Beatles. En 2007 editó La pandilla de la calle perdida, su primera novela.

http://www.gente.com.ar/notaGuia.php?ID=14230